viernes, 7 de diciembre de 2012

UN REINO BAJO LA LUNA (Cine Club, 22-11-2012)

    Los filmes de Wes Anderson tienen marcas "de fábrica", son mecanismos cinematográficos de movimientos perfectos, que, en este caso, son solamente el apoyo de una sensibilidad que trata un momento de la existencia, ese inicio de la adolescencia, cuando se toma conciencia de qué adolecemos y del peso que los mayores tienen en la existencia de esa carencia. La forma en que recrea Anderson esa época (hasta un relator que precisa tiempo y espacio) es lo que encanta: es un humor que tendrìa que tener un nombre específico, el de la mirada con que los adolescentes ven (críticamente) la vida dominada por los mayores.

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