Tanta referencia visual, comentarios en off, planos, chismes sobre el Kavanagh completado a la salida, gracias Guille), conforman un escenario de fondo, crítico con la construcciòn de las ciudades contemporàneas (Buenos Aires para el caso, aunque en Santa Fe es igual, a menor escala), para la historia de amor que ¿comienza? al final del film, luego de mostrarnos a los protagonistas con sus fracasos sentimentales, sus incursiones virtuales (o con maniquí), los cruces en que no se ven, aunque vivan en la misma cuadra.Es divertida, agradable, tierna, hasta que se hace reiterativa.Debo suponer que se trata del pase a largo de un corto anterior de su director, con el mismo título y el mismo protagonista, realizado en 2005. Los diálogos son menos creíbles que los momentos en que los personajes interactúan con su entorno (de material, animal, humano o musical) sin tener que hablar.Creo que el ejemplo a imitar sería MANHATTAN y no Youtube.
Antonio 20-1-2012
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