sábado, 3 de marzo de 2012
EL ABSURDO DEL OSCAR
Después de 84 años no aprenden. La fiesta que celebra la industria cinematográfica más grande de Occidente, el cine que por su excelencia de narración (hoy trasladada también a la TV) convence (a millones de espectadores) de ideas no justamente progresistas, sino conservadoras del status quo yanqui, el entretenimiento en su peor acepción (perder el tiempo en pavadas) pero contado con códigos convincentes para la masa, no logra (por lo menos desde la globalización) una ceremonia con algo de inventiva o humor, sino siempre el mismo mamotreto aburrido, pesado, previsible.¿Por qué no se la dejan dirigir a Scorsese?
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